Fuimos un grupo grande formado por familias con niños de todas la edades. La casa es acogedora, muy bien acondicionada en los días de frío. Las habitaciones son amplias y permiten combinaciones de todo tipo (de 2, 3 y 4 personas, además del totum revolutum que se puede hacer en el sótano, y si se alquila la casita B puede ir allí un grupo grande de 8 personas ). Las áreas de estar resultan muy agradables y se puede comer en dos grandes mesas en la sala principal. La cocina es chiquita, pero da a la sala comedor, con lo que no es un problema. Está muy bien equipada. El exterior es una gozada, muy bien cuidado, con una piscina que seguro que en verano es un desahogo, mesa de pimpón y una barbacoa estupenda. Los dueños son muy atentos. Aunque no viven cerca, tienen un empleado que puede resolver incidencias con toda la amabilidad. El wifi no nos dio problemas, cosa de agradecer. El entorno es agradable, con vías para salir a correr, hacer bici o pasear simplemente. Merece la pena conocer esa parte de la comunidad de Madrid, ¡que parece que sólo existe la Sierra! En definitiva, es una CASAZA para grupos grandes.
Estuvo en Enero 2020, con amigos
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Limpieza
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Trato del propietario
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Entorno
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Equipamiento
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Relación calidad/precio
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Calidad del sueño